RIO DE JANEIRO
“Manava seva madhava seva: El servicio a la humanindad es el servicio a Dios”
El dios de la lluvia bendijo a todos los voluntarios derramando lluvias de bendición el día de servicio a los hermanos y hermanas sin hogar.
Esta fue la tercera vez en este año que todos los jóvenes de Río de Janeiro se unieron para servir a las personas necesitadas. Se distribuyeron 290 comidas calientes que incluyeron arroz, frijoles, verduras, papas fritas y carne de soja con salsa de tomate, acompañadas de dulces envasados, manzanas y agua embotellada.
También se proporcionaron kits de higiene que contenían máscaras desechables, pasta de dientes, jabón, cepillo de dientes y artículos de higiene para mujeres. También se distribuyeron sandalias de goma.
Los jóvenes voluntarios habían dispuesto juguetes para los niños y algo de comida para los perros callejeros como una responsabilidad hacia otros seres vivos.
Muchos jóvenes trabajaron duro, se unieron y se pusieron hombro a hombro para lograr esta noble causa.
Todos los voluntarios se reunieron en Casa Sai Amor e iniciaron el seva con oraciones y cantos védicos, infundiendo el Amor de Sai en todos los kits de distribución. Los kits proporcionaban no solo alimento para la nutrición física, sino también para el alma.
Sri Sathya Sai Baba nos inspira y nos guía a todos a través de Sadguru Sri Madhusudan Sai para: “Amar a todos y servir a todos”. Nuestro objetivo es extender el alcance de este proyecto a otras áreas de la ciudad con mucha más participación. ¡La participación voluntaria está abierta a todos!
SÃO PAULO
Durante los dos meses de febrero y marzo, la juventud de San Pablo sirvió 104 comidas vegetarianas calientes que consistían en arroz, frijoles rojos y negros y curry vegetariano de carne de soja a las personas desfavorecidas.
Se proporcionaron un poco más de 9 kg de bananas para distribuirlas a las personas sin hogar.
Debido a las dificultades de Covid-19 y la falta de participantes, nos hemos unido a una ONG que sirve comidas veganas en los alrededores del centro de la ciudad. De esta manera, los jóvenes pudieron llevar adelante las actividades regulares de servicio sin interrupción, que se han estado realizando de manera constante durante los últimos años.
La movilización de jóvenes voluntarios resultó ser un desafío, especialmente durante esta pandemia. Sin embargo, ¡también nos ayudó a reconocer el hecho de que muchas personas fuera de la fraternidad Sai también estaban dispuestas a participar en estas actividades de servicio!
Esto hizo que la tarea imposible fuera posible con gran determinación y dedicación por parte de los jóvenes para servir a los desfavorecidos y hacer sonreír a cientos de rostros.